Mucha gente me pregunta cuáles fueron mis comienzos hoy te puedo decir que  siempre fui así desde que nací. Pero la evolución ha sido increíble.

Nací en el seno de una familia de mujeres, toda mi vida he estado rodeada de ellas, el  único y maravilloso ejemplo y guía masculino fue mi padre.

Tengo 4 hermanas, siendo la más pequeña y tener una diferencia de edad importante  entre ellas, siempre me sentí diferente y fuera de su círculo. Ellas eran 3 y yo 1.

Para encontrar ese apoyo tenía a mis amigas, wow eso sí que era maravilloso, siempre  he tenido muchas amigas a las que adoro y quiero muchísimo, compañeras de vida  que voy sumando cada vez más, creando vínculos indestructibles en el tiempo.

Esas  eran mis hermanas, y no porque no tengamos diferencias, sino porque sabemos que  aun teniéndolas voy a estar ahí para ellas y ellas para mí.  

Con esta base sólida de la amistad, empecé mi carrera profesional, aunque empecé  estudiando derecho a los dos años de carrera me marché queriendo explorar la  educación social, en el 2004 empiezo a trabajar como educadora en aldeas infantiles y  este trabajo marcaría un antes y un después en mi profesión.  

En todos esos años trabajando para el cuidado de los menores realice muchas  formaciones, y mi camino estaba bañado de escucha y entendimiento de un mundo  diferente, muchas de las veces muy doloroso o incluso destructivo, niños, niñas,  adolescentes que la vida ha tratado muy mal y mi trabajo junto con otras profesionales  era apoyarlos y guiarlos hacia su desarrollo personal.